Walker y Lara es una escena extra escrita originalmente como una continuación de la escena de las flechas en el capítulo 47 de La llamada del deseo. Si bien ya no se alinea perfectamente con la escena final, ofrece una pequeña muestra de lo que sucedió esa noche entre Walker y Lara.
Personajes[]
Historia[]
Ella elevó la mano hasta acariciar su mandíbula. "Pensé que no sabías lo que estabas haciendo"
"Me estás enseñando." Al girar la cabeza cuando sus dedos rozaron sus labios, sopló suavemente en su boca por un lento segundo, caliente.
Eso la hizo gemir.
En respuesta, él se inclinó para rozar un beso en su cuello. "Hueles..." El sonido que hizo fue más allá de lo masculino, bajo, profundo y por lo tanto muy Walker.
¡Oh Dios!
"Enséñame lo que más te gusta." Esa gran mano la acarició hasta la parte posterior de su muslo, más alto. En el instante en que ella se estremeció, el repitió la caricia en el mismo lugar exacto de la otra pierna.
Otro beso en el cuello, su mandíbula rozándola. Se había afeitado antes de ir con ella, pensó Lara, su piel suave bajo sus dedos mientras ella tejía sus dedos en su pelo. Le encantaba la sensación de su mandíbula sin afeitar, pero la pequeña señal de atención, la ternura, la deshizo.
Inclinándose, ella le mordió la parte superior de la oreja.
Su mano se cerró sobre su muslo. "Una vez más."
Ella hizo lo que le pidió, tirando suavemente con los dientes antes de soltarlo. En su muslo, su mano apretó una vez más antes de relajarse, la aspereza de su piel una caricia exquisita. "¿Te gusta eso, también?"
"Sí", susurró ella, porque ese momento, era tranquilo. Secreto.
Cuando levantó la mano de su muslo, ella quiso gemir de desilusión, pero luego la pasó por encima de su pecho y apretó los dedos en su cabello, los mechones gruesos sedosos contra su palma.
Walker nunca había pensado que algún día tendría a una cálida mujer en su regazo, sus curvas es sus brazos. Eso era Lara… No podía procesar la profundidad de lo que ella despertaba en él, acarició con su mano sus costillas, sus sensuales caderas.
Todos y cada uno de los privilegios de piel que quieras.
Los lobos, a pesar de su gusto por el tacto, no ofrecían tal cosa a la ligera. Eso hablaba de la plena confianza por parte de Lara. Moviendo su mano hacia atrás, la curvó bajo su pecho. Sus uñas se clavaron en su nuca, un bocado pequeño que despertaba un hambre que quería experimentar en otras partes de su cuerpo, el contacto sensual era un nuevo territorio, uno que planeaba explorar sólo con ésta mujer. "Quiero ver tus pechos desnudos."
Su piel enrojecida estaba caliente, pero ella no dijo ni una palabra mientras él movía la mano a la parte superior de su vestido y tiraba de la tela a un lado para revelar un sostén de encaje negro que apenas cubría su pezón. Sus pantalones, ya ajustados, de repente eran muy incómodos. "Muéstrame." Su voz salió dura, casi fría mientras luchaba contra la fuerza de su necesidad, pero a Lara, esta mujer que lo entendía, parecía no importarle.
Levantando la mano hasta el sujetador, ella tiró de la tela que enmarcaba su pecho, ofreciéndoselo. Él inclinó la cabeza y lo tomó. Probándolo. Mimándolo.
Sólo se escuchaba el sonido que hacía cuando chupaba el pezón y lo rodaba con la lengua, sus manos volvieron a empujar hacia arriba por el vestido para apretarlas en torno a la suavidad elegante de la cara interna de su muslo.
"Walker".
"El otro", murmuró, luego se dio cuenta de que ella no se había quitado el sujetador todavía. “Estás incómoda.”
Una risa ronca. "No, sólo que me miras de una forma…” Levantando las manos mientras susurraba esas palabras, su cuerpo suave dándole la bienvenida, ella apartó el vestido y el sujetador, y él pudo lamer un camino alrededor de su pezón antes de tirar de él con los dientes. Sus muslos apretaron la mano que tenía entre ellos. Escuchando a su cuerpo, movió esa mano hasta que sus nudillos rozaron el delicado encaje de las bragas.
Sonó un grito que produjo cosas desconocidas para él.
Aumentando la presión, sintió que su cuerpo se contraía y luego ella tenía las manos en su cabeza y tiraba de su pelo, sus labios buscándolo con femenina desesperación. Él la besó de la forma en que había aprendido que hacía que ella se derritiera, lamiendo su boca mientras la apretaba acercándola a él con la mano que tenía apoyada en su espalda.
Ella se estremeció, y se apretó con fuerza contra sus nudillos. "Walker..."
No era un amante experto, pero sabía cómo escuchar, cómo encajar la información, de modo que frotó los nudillos contra ella. Cuando ella gimió y se alzó imposiblemente más cerca, él profundizó la presión una vez más. Su grito la dejó sin aliento, su cuerpo temblaba mientras caía en él.
Confianza. Una confianza absoluta.
Desplazando la mano por el muslo, la acarició sobre su rodilla, luego hacia arriba.
Y ya que era tan fácil, él se inclinó y le mordió la oreja como ella había mordido la suya. Ella se estremeció y sonrió contra su cuello.
"No es justo." Un soplo suave e íntimo. "Estoy indefensa".
La besó en la línea de su garganta, recorriéndola con su boca hasta tirar del lóbulo de la oreja con los dientes... y sintió la conmoción de la oleada de placer que la mecía. "¿Esto es lo que los jóvenes llaman “Besuquearse”?”
"Sí". Jadeando en un suspiro, ella se echó a reír. "¿Qué te parece?"
"Hay un alto nivel de frustración involucrado." Su erección se sentía como si fuera a romperse por la mitad.
"Eso es parte de la diversión." Acariciándolo, le dijo, "Yo puedo hacer algo para aliviar la frustración", y era una oferta a la vez íntima y cálida.
Cada músculo de su cuerpo se puso tenso, había engendrado un hijo, pero hasta
Lara, nunca antes había tocado a una mujer... ni había sido tocado por una. Sin embargo, ahora que tenía una hermosa y sensual mujer en sus brazos, se preguntaba cómo había sobrevivido sin su toque. "Muéstrame", dijo, con la voz más baja y más dura de lo que nunca la había tenido.
Una mirada astuta y brillante, pequeños besos tentadores. "Me encanta tu voz."
Deslizando su mano por su pecho, ella tiró de su cinturón. Ella acabó de desabrochar el último botón de su pantalón y su erección saltó ante el roce de su mano. Walker apretó los dientes, pero ya era demasiado tarde. Ese único toque después de toda una vida en el frío le hizo añicos, arrancando el placer a través de cada célula de su cuerpo.
Tal vez debería haber estado avergonzado, pero con Lara acariciándolo y besándolo, lo único que sentía era... No tenía palabras, pero sabía que nunca nadie le había hecho sentir así. "Lo siento", murmuró él, disfrutando de sus caricias.
"Ahora que los dos estamos relajados", una malvada sonrisa "¿Quieres hacerlo de nuevo?"
Referencias[]
- NaliniSingh.com
- Traducción: Wiki Psi/Cambiantes